Yo soy de un barrio llamado Belvedere, que tiene mezclados comercios, fábricas, talleres y casas de familia. Todo eso está colgado de una cuchilla desde donde se ve la bahía de Montevideo. Me fui del barrio a los veintidos años y no muy lejos, ahora vivo a un par de kilómetros de donde nací. Suelo volver seguido por Belvedere, lo miro, lo camino, lo recuerdo como era en mi infancia y lamento lo cambiado que está. Esta canción la inicié en una mesa del "Café Belvedere" (hoy demolido) mientras tomaba una grappa con limón y miraba por la ventana la gente que pasaba por la avenida. Esa tarde estaba particularmente triste por los cambios que había descubierto en el barrio, y decidí mandarle una carta a Esteban Klísich, contándole todo lo que se había ido y lo que había aparecido, como si yo fuera el alma del barrio escribiéndome una carta.
Esteban Klísich
Montevideo, julio de 2008
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Letra:
Hoy que es tarde
y otoño
me olvidé del tiempo
y me vine
a escribirte
al Café Belveder.
Hoy que el frío
allá afuera
se trepa a los techos
yo todavía
aunque borroso
te recuerdo.
Hoy me vine a decirte
que todo es más viejo
que algo crece en la vía
y el ruido se fue
que no queda un baldío
y hay muy pocos perros
y todavía hay pelota
y manicero.
Que hay un templo mormón
y un cuartel de bomberos
y los santos volvieron
a Nuevo París.
Que todos en tu esquina
son vecinos nuevos
y todavía hay ovejas
en el cielo.
Que hoy hay otras mujeres
quemando las hojas
se calló la sirena
se fue el callejón
la estación de servicio
no escucha la radio
de noche en un auto
y el barrio
no sale
a mirarse pasar
ni siquiera por ver
todavía
el lucero colgando.
El afilador
pasa cada vez menos
y aquel viejo heladero
dejó de pasar
y Carlitos murió solo
en el extranjero
y todavía hay olor a limonero.
Que tu casa
es la casa
de un almacenero
y que todos los tuyos
no fuimos jamás
que ya no hay paraísos
y hasta en el liceo
no queda ya más
que muy poco
de un poco
de un poco
de un poco de amor
y vino suelto.
Hoy que es tarde y otoño
me olvidé del tiempo
todavía te quiero
y no sé cómo andás
por eso te pido
por eso te ruego
que vuelvas antes
muy adelante o nunca más
o nunca más, o nunca más.
(Letra y música: Esteban Klísich)
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